viernes, 1 de octubre de 2010


TUBERCULOSIS EN CANINOS Y FELINOS: EPIDEMIOLOGÍA Y DIAGNÓSTICO

La tuberculosis es una enfermedad infecciosa de curso crónico que afecta a los animales y al hombre; esta zoonosis ha aumentado en las últimas décadas por la crisis socio-económica mundial y la concomitancia con enfermedades inmunosupresoras tanto en los humanos como en los animales. En caninos y felinos los agentes etiológicos más frecuentes son Mycobacterium tuberculosis, M. bovis y M. avium . Las infecciones caninas y felinas por M. tuberculosis  son consideradas una zoonosis inversa, es decir que la dirección de la transmisión es del humano al animal. 

Aunque los perros tienen mayores probabilidades de adquirir la infección con  M. tuberculosis que los gatos, ambos pueden ser diseminadores potenciales de M. bovis, cuando las lesiones se localizan en intestino o tracto respiratorio.

La tuberculosis es considerada una de las zoonosis mayores, está relacionada con enfermedades inmunosupresoras como el SIDA y en la actualidad su presentación se ha incrementado, así como su severidad,  porque se han diagnosticado casos con cepas resistentes, que han llevado al fracaso terapéutico con los tratamientos quimio terápicos tradicionales.

Los perros son susceptibles a M. tuberculosis por contacto con personas con tuberculosis y a M. bovis por ingesta de leche cruda, vísceras o cadáveres de animales enfermos . Los gatos son más resistentes a M. tuberculosis y muy susceptibles a M bovis, las infecciones naturales se producen por consumo  reiterado de leche y vísceras en especial pulmón (bofe) de animales enfermos . Asimismo se ha demostrado que los perros que cohabitan con personas enfermas pueden albergar el agente etiológico en su faringe, sin presentar lesiones tuberculosas Además de la vía alimentaria los perros y gatos pueden infectarse por vía aerógena o por heridas. En el gato las conjuntivas pueden ser asiento de infecciones primarias a través de arañazos. El agente se elimina por esputo, heces, orina, secreciones y mediante los conductos fistulosos de la piel. Aunque en los gatos existe cierta resistencia a M tuberculosis, el estrecho contacto con secreciones y excreciones de personas tuberculosas permite la infección vía oral. Las vías de eliminación difieren en estas especies, siendo la digestiva la principal vía para los gatos y la vía respiratoria para los perros .La tuberculosis  puede presentarse como infección asintomática e insididiosa  o sintomática y los signos clínicos dependen del lugar de asiento de la lesión, en la región torácica se observa fiebre intermitente con aumento vespertino, adelgazamiento, fatiga, disnea, tos y cuando la localización es faríngea se manifiesta con tos espasmódica, ladridos apagados o afonía. Como resultado de lesiones bucofaríngeas se observa disfagia, arcadas, hipersalivación y tonsilitis Las lesiones en pulmón consisten en zonas bronconeumónicas de color rojo grisáceo, las cuales pueden confluir formando cavidades. Éstas pueden abrirse hacia la cavidad pleural o comunicar con los bronquios. Las lesiones se extienden con rapidez y pueden variar desde una congestión aguda hasta la hepatización. Las lesiones pulmonares y pleurales son de tipo exudativo con ascitis en la cavidad torácica (14). En la pleura  se observan nódulos perlados y en el pericardio engrosamiento con exudado serofibrinoso o hemático y en ocasiones en el miocardio y endocardio nódulos caseosos.

Otra lesión frecuente es la acropaquia (osteoartropatía hipertrofiante)  que es una periostitis inespecífica que afecta a los huesos largos y se asocia con tuberculosis pulmonar y otras enfermedades que tiene en común la alteración de la función pulmonar . La acropaquia se observa como aumento de volumen bilateral y simétrico de los huesos, en especial de las extremidades.

Si las lesiones asientan en la región abdominal se observa diarrea. En los gatos la localización intestinal primaria es más frecuente que en los perros. Las lesiones tuberculosas en el perro se deben diferenciar de neoplasmas, especialmente sarcomas. Las lesiones pulmonares son infiltrados grandes próximos al hilio con tumefacción de los linfonodos satélites, en ocasiones  diseminación miliar y localización en las serosas con derrame de líquido hemopurulento.  En la cavidad abdominal las lesiones más frecuentes que se presentan en el hígado son amarillentas con una zona central deprimida y bordes hemorrágicos dentados, provocando adherencias intestinales con estenosis, íleo paralítico y ascitis.

Como aún no existen vacunas para caninos y felinos y el tratamiento no se debe realizar porque pueden quedar animales bacteriológicamente positivos que representan un riesgo para la salud pública y animal se recomienda sacrificar a los animales de compañía con diagnóstico de tuberculosis. 

Por ello se debe prevenir la infección suministrando a perros y gatos leche pasteurizada o hervida, productos cárnicos bien cocidos o alimentos balanceados comerciales. El hecho de alimentar con leche o vísceras crudas obedece a razones culturales, económicas y por desconocimiento del riesgo que implica la administración de este tipo de alimento, conducta que no ha variado a lo largo del tiempo (3). Ya que la pasteurización de la leche y el control sanitario de los rodeos, en especial los lecheros, son los aspectos más importantes del control de esta enfermedad, junto con la vacunación humana con BCG.
FUENTE: http://www.google.com.co/#hl=es&source=hp&biw=1360&bih=575&q=TUBERCULOSIS+EN+CANINOS+Y+FELINOS%3A+EPIDEMIOLOG%C3%8DA+Y+DIAGN%C3%93STICO&btnG=Buscar+con+Google&aq=f&aqi=&aql=&oq=TUBERCULOSIS+EN+CANINOS+Y+FELINOS%3A+EPIDEMIOLOG%C3%8DA+Y+DIAGN%C3%93STICO&gs_rfai=&fp=1&cad=b

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